Cafecitos del Alma es una simple y poco conocida casa de te. Lo que me llamo la atención de este lugar es que esta ubicada en pleno barrio residencial de Florida (Partido de Vte. López) rodeada de casas particulares y alejada de la zona comercial.
En Guemes y Quintana, a una cuadra de Maipú, difícilmente lo veas si no pasás por la puerta.
El lugar es muy agradable y a primera vista nada tiene que ver con el exterior. La decoración tipo “Bariloche” te traslada a esa ciudad una vez que estas dentro. La comida (Tostado de queso y tomate en pan árabe para mi y torta del día para Dai) y el café no fueron nada del otro mundo – aunque estaban muy bien- ni mucho menos el precio, que por cierto, lejos esta de ser barato.
La atención fue buena. Una camarera que parecía estar en sus primeros días de trabajo ya que se escucho como la posible dueña del lugar - que ubicada detrás de un mostrador nos recibió y despidió muy agradecida y con una sonrisa- la indicaba que debía preguntarnos si el café con leche lo queríamos con o sin espuma. Sutileza de servicio que me llamo la atención y a la vez gusto mucho no solo porque nunca antes me había pasado sino porque a Daiana le gusta tomarlo sin espuma. Razón por la cual, ya sin preguntarme, vuelca la siempre presente espuma de su café sobre el mío generando una dosis extra que no siempre es de mi agrado.
Mesas, sillas, cartas y paredes de madera. Tazas y platos de cerámica rustica. Luz, música y tono de conversación de la única mesa ocupada aparte de la nuestra, muy acorde al lugar. Un mundo adentro completamente distinto al de afuera. Para trasladarse y refugiarse después de un agitado día metropolitano.
Momento muy lindo, pienso volver.
Este post va sin foto. Imagínense el lugar. O mejor aun. Vayan a conocerlo.
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