miércoles, 26 de enero de 2011

Diálogo en Aeroparque

Para ser mas preciso ocurrió todo en la puerta de embarque. Esa que está después de hacer el check-in, subir las escaleras, hacer migraciones, pasar por el free-shop y esperar en esos asientos incómodos a que te llamen para embarcar.

Martes 25 de enero, 10:57 hs en aeroparque, 38° C de sensación térmica en la pista, los pasajeros ya un poco molestos por la demora merodean por la sala cuando por fín se abre el micrófono y suena el clásico PIN-PUM:
- Pasajeros con destino a la ciudad de Punta del Este correspondientes al vuelo PU 138 por favor embarcar por puerta 13.
La muchedumbre se desespera y corre a la puerta casi empujándose como creyendo que alguien les puede llegar a robar el asiento asignado del avión y hacen una fila un tanto desprolija.
Daiana Sol, auxiliar de tráfico de PLUNA (que no significa Pocos Locos Usan Nuestros Aviones sino Primeras Líneas Uruguayas de Navegación Aérea), se encuentra cortando los boardings pass como hace de costumbre, mostrando los dientes a cada pasajero y deseando un buen viaje tal como la empresa se los pide.
De repente, observa entre el montón una pelada brillante con pelos grises algo largos que en seguida reconoce. Se trata de Francis Mallman, uno de los mejores cocineros del país (al menos de los mas populares) y asiduo pasajero de PLUNA.
Francis llega al frente de la fila, con cara de distraído y algo apurado…

-Daiana Sol: Buen día
-Francis: Buen día. – devuelve el saludo sin mucha gracia
-Daiana Sol: Antes de dejarlo pasar le tengo que pedir un favor
-Francis: Ah si? Dígame… y de que se trata?
-Daiana Sol: Le tengo que pedir un autógrafo
-Francis: Si, como no – contesta Francis sin mucha emoción
-Daiana Sol: Es para mi novio – aclara Daiana
-Francis: Ah…mira vos – hasta el momento un hombre de pocas palabras
-Diana Sol: Si, porque déjeme que le cuente – con tono acusante Daiana Sol comienza a explicar.
-Yo le compré su libro para navidad (habla de Siete Fuegos). Y durante 15 días lo traje todos los días en mi bolso esperando encontrarlo para que se lo dedique…pero usted nunca viajo!
-Francis: Todos los días? – Pregunta Francis ahora si con una sonrisa
-Daiana Sol: Si! Todos los días… y déjeme que le diga pero su libro pesa una tonelada! Así que ahora le voy a pedir que me firme este papel así se lo pegamos en una de las primeras hojas.
-Francis: Ja Ja (Risa picarona) Es verdad. No es para nada liviano – agrega
-Daiana Sol: Tome. – le acerca un papel y una birome
Francis comienza a escribir, levanta la cabeza y pregunta: Comos se llama tu novio?
Nacho - responde Daiana Sol
-Francis: Y decime (ya tuteándola) Como cocina Nacho?
-Daiana Sol: Bien, cocina muy bien. Está por terminar la carrera de cocinero y trabaja en un restaurante.
-Francis: Mirá que bien. Vos si que tenes suerte de tener un novio cocinero…
-Daiana Sol: Si, la verdad que si. Y sabe que? Siempre lo miramos en la tele cocinando al aire libre.
-Francis: Bueno, te agradezco. Mándale saludos a Nacho. – dice Francis mientras devuelve el papel ya firmado y la birome
-Daiana Sol: Dale, le mando. Muchas gracias por su tiempo. Ahora puede pasar.
Francis entrega su boarding pass y con un movimiento casi mecánico Daiana Sol corta por la línea punteada, entrega la parte correspondiente al pasajero, lo mira a los ojos, le sonríe y dice como si nada hubiese pasado:
-Adelante. Asiento 2 A, que tenga un buen viaje señor…


(Para Nacho con afecto, Francis Mallman 2011 y un dibujo de un cocinero)

viernes, 21 de enero de 2011

El Ñandú

A falta de iniciativa desde los altos rangos, el personal de Deriva improviso una cena de fin de año que dio cita el domingo 19 de diciembre a las 20:00 hs en El Ñandú, un restaurante del bajo de San Isidro.
La convocatoria fue todo un fracaso ya que solo cinco personas y yo dimos el presente y aunque nos escudamos en el “mejor ser pocos” por dentro todos pensábamos “aunque podríamos haber sido un par mas”.
Pero los temas que tienen relevancia de aquella noche y generaron este post son los siguientes:
- En primer lugar quiero hacer referencia al plato que escogí sin dudas desde que lo vi en la carta. De nombre “Gran Bife Ñandú”, su descripción llevaba un par de líneas lo cual generaba gran expectativa y su precio seductor ($53) terminaba de convencer. La foto habla por si sola y si bien “El Gran Bife” perfectamente puede ser para compartir, yo preferí comerlo solo. Por supuesto que lo terminé.


Bife de chorizo + puré de calabaza + arroz blanco + proboleta + morón y cebolla asados + huevo frito + papas fritas

- En segundo (y último) lugar quiero destacar la honestidad de la pobre moza, de nombre Carolina y de nacionalidad colombiana, que se tubo que someter y atender a una mesa compuesta por 5 mozos y un ex mozo (Yo), ahora en carácter de clientes, que aunque no quieran, resultan ser exigentes, demandantes y hasta a veces insoportables.
A la hora de dejar la propina, que por supuesto al final fue de casi el 20% (en eso los mozos no fallan) hubo una equivocación en la repartija de billetes. Probablemente causada por el exceso de cerveza ingerida, solo nos dimos cuenta cuando la moza se acerco a la mesa y muy honestamente pregunto con su voz latina: “han visto bien el monto de la cuenta?”, “han dejado casi 200 pesos de propina”.
En seguida el error fue mendado y el billete fue devuelto a quien se había equivocado. Si bien la ilusión de Carolina duro solo unos minutos, supongo se habrá ido conforme de todas formas.

martes, 18 de enero de 2011

Friday´s I´m in love

Ya hablé de mi gusto culinario por este tipo de cocina en el post Belleza Americana. Es por eso que no tardé mucho en conocer la nueva sucursal de TGI, esta vez en San Isidro, inaugurada apenas unas semanas atrás.
Y fue así que en un segundo intento, ya que en la primera visita la cantidad de gente y espera para conseguir una mesa provocaron una pronta huida, pude deleitarme con los sabores de este restaurante que seguro irritarían a los nutricionistas mas sensibles.
Mi elección de la extensa y a veces confusa carta, fue, después de un Three for all (Loadede potato skins + Fried Mozarella + Buffalo Wings + Salsas) como entrada, la Ultimate Jack Daniels Burguer.


Doble hamburguesa (210 g. c/u) a la parrilla glaseada con salsa Jack Daniels, queso mozarella, onion rings, tomate, lechuga, pepinillos y crujiente tocino. Todo en tamaño Ultimate y acompañada con papas fritas.

El texto que acompañaba la descripción del plato comenzaba con la frase "Solo para expertos". Una frase un tanto desafiante que era casi imposible que desviase mi interés hacia cualquier otra opción.
Y tengo que confesar que no fue fácil. Las dimensiones de esta hamburguesa, sumados a un previo appetizer también generoso y una gaseosa con refilled incluido, hacían muy difícil la tarea. Por momentos me preocupaba convertirme en la persona que siempre odié por lo cual repasé en mi cabeza los principios de la Cátdera del Gordo y sentí que no podía fracasar. Fue entonces que junté fuerzas no se de donde, hice un poco de lugar en mi estomago, y terminé lo que se daba casi sin aire y a punto de vomitar pero siempre muy orgulloso de mi mismo, al grito de … and the winner is… aunque técnicamente era un empate ya que la guarnición de papas fritas fue apenas manoseada y hubo que suspender el postre Oreo Madness.
La relación precio- calidad es un tanto dudosa aunque si de cantidad se trata, lo vale cada centavo. Fridays, que mantiene y cumple a rajatabla con la ambientación clásica de la cadena, la buena atención de los bizarros, juveniles y desconstracturados mozos y la calidad y velocidad en el servicio, es una interesante opción cuando en Kansas (queda cruzando la calle) se hace insoportable la espera y cuando no… puede que también.

jueves, 13 de enero de 2011

Tutta José Ignacio

Entré como si todavía estuviese trabajando ahí. Con el pecho inflado, la cabeza alta y casi sin pedir permiso En un principio las miradas desconcertadas de los desconocidos mozos que todavía un poco apurados ponían a punto el lugar unos pocos minutos antes del horario de apertura me resultaron incomodas aunque en seguida, el recibimiento de Juan Luther, dueño, amigo y ex jefe, junto con su socia Sofia Neiman, me hicieron sentir como si nunca me hubiese ido.
Fueron unos cuarenta minutos intensos, llenos de charlas, chismes y comentarios. Sofi, muy emocionada me mostró todos los cambios logrados de una temporada a otra. Los baños nuevos, el rincón Personal Black, los sponsors, la nueva exposición de Milo Locket y demás. Juan en cambio, se limito a mostrarme lo unico que le importaba y que mas orgulloso le ponía y por ende a mi mas me interesaba; El increíble y gigantesco horno de barro que había construido en la cocina con sus propias manos y ayuda de nuestro amigo “El Pelado” – discípulo de Francis Malman y especialista en hornos de barro si los hay-. Me hubiese quedado un par de horas mas ahí, pero sentí que ellos tenían que seguir trabajando, y yo, no tenia nada mas que hacer en ese lugar. Aseguré volver, y así lo hice un par de horas mas tardes, esta vez en carácter de cliente aunque mis ojos críticos por momentos me convertían en algo así como un mistery shopper.
Tengo que decir que la atención y el servicio fue bueno. Sin mucha espera nos trajeron la carta, hicimos el pedido y antes de que nos diéramos cuenta la cerveza Miller 710 cm3 y la pizza mitad cuatro charruas, mitad calabressa estaban en la mesa.
La carta no presentaba muchos cambios con respecto a la de la temporada pasada. Apenas una sopa, una pasta del día y algún que otro postre la diferenciaban de la anterior. Lo que si se veía distinto y tengo que admitir que mucho mejor que el año anterior era el local con sus remodelaciones y la nueva distribución del salón y la cocina. Todo esto junto a la terraza recién inaugurada con vista a toda la península y al faro hacían que Tutta se encuentre mas liiiiindo que nunca.
La pizza es sin dudas una de las mejores que probé en mi vida. Durante cinco años seguidos comí al menos una vez por semana de esta y todavía no me canso. Con masa finita y crocante, un queso siempre sabroso y con poca grasa, buena variedad de tentadores gustos y en generosas cantidades hacen de esta pizza una pizza única. Y tengo que confesar, aunque a Juan le pese y le pueda llegar a molestar (o no), no puedo dejar de incluirla algún día en la carta de mi restaurante o en mi libro de recetas.
Y fue asì, no sin antes pasar por Freddo que todavía comparte local a saludar a mis amigos heladeros que generosamente me regalaron un ¼ de kilo para que me lo llevé puesto, que me despedí de todos deseando los mejores éxitos para lo que queda de la temporada y prometiendo volver el año próximo.
Caminando hacia el auto, paso por la puerta de la inmobiliaria que tanta ayuda nos dio a Juan, a Tutta, y a mí en la apertura del 2009/2010, y lo veo a Marcelo, uno de los dueños que mientras mostraba sus dientes y seducía a dos posibles compradores con las maravillas del balneario top esteño, me vio, extendió su brazo, cerró el puño y sacó el pulgar exclamando - como todo buen vendedor- la frase justa en el lugar y momento exacto: “Bienvenido a su casa amigo. Lo estábamos extrañando”





miércoles, 12 de enero de 2011

Lo que comí... ¡Lo que comí!

Como había anticipado, el lunes y martes de esta semana parece ser que se alinearon los planteas y Dai y yo coincidimos en nuestros francos y fuimos para Punta del Este donde estaba mi familia pasando las vacaciones.
Claro que dos días no son suficientes para revivir todos esos momentos de los cuales hablé en el post de Gourmet Punta, así que en una especie de maratón gastronómica intenté, con el infalible siempre dispuesto estomago de mi compañera, tildar al estilo de check list la mayor cantidad posible de comidas recomendadas en el post en cuestión.

Papas fritas Manolo (Si, en su versión “sabor pizza”)
Galletitas Bridge (Si. Faltaron las Lú-Lú)
El dulce de leche La Pataia y su visita al tambo (Si, bah, mas o menos. Una vaquita fue en realidad)
Los productos de Conaprole (Si, leche y dulce)
La chocolatada Colet (Si, mas de una vez)
Los sándwiches llenos de arena en la playa (Si. Jamón, queso, tomate, mayonesa y arena)
El pan catalán o tortuga (Si, catalán en el sándwich del punto anterior)
Alfajores Punta Ballena (No, muy caros. $4 arg.)
El chivito canadiense de La pasiva (Si, pero no de La Pasiva. El canadiense es un genérico. Vale igual)
Los frankfurters con panceta y queso y pan cortado por arriba (No, te lo debo)
El tortugón de El Grillo (Tampoco, me quiero morir)
La cerveza Pilsen, Norteña o Patricia (Si, Pilsen)
La grapamiel (Si, me traje una petaca y todo)
El vino tannat (No, no me gusta el vino en realidad)
Los cafeteros en la playa al grito de “Café-Café, amargo, dulce, semi-dulce, café” (Los vi. Pero no tomé)
Los barquillos y su ruleta que hacen la compra un poco mas emocionante (Si. En realidad fueron barquillos de caja comprados en el súper)
La harina Cololò (No, pero me traje un kilo de Harina 0. Acá no se consigue en supermercados)
La pizza rectangular y por metro (Si. La de Tutta. ¿Vale?)
Las salchichas Cativelly y Otonello (No. Había Cativelli en la heladera de casa pero no hubo tiempo)
El agua Salus (Si, constantemente)
Los cigarrillos Nevada (No. No me animé)
La fondue de Daiquiri (No. Eso es para el cumple de la tía Ale)
Churros Manolo y su simpática cartelera de precios con churros exclamando su gusto: “Yo soy de Dulce de Leche” “Yo soy de crema” “Yo soy común” (Si. De dulce y choco. No había de crema, sino hubiese comido también)
Las tortas de King Sao (No. ¿siguen estando?)
Medialunas calentitas (No)
Rabas de Artico (Si. Con limón y mayo en cajita para llevar y comer en caminata por el puerto)

Bonus Track: Habría que agregar a la lista, según sugerencias de lectores y cosas que vi en mi último viaje a Punta del Este:
Los Polakitos (Si. Un buen snack)
El Requesón (Exigí a mamá que compre cuando llegué. Cumplió pero no comí)
Los Wafles de la Torre del Wafle (No, nunca fui)
Los alfajores portezuelo (No. Antes los Punta Ballena!)
Los licuados de Rex (No, optamos por cupcakes de Mumas)
Los choclos uruguayos (Si, los mejores del mundo. Con manteca y sal. Nada de mayonesa)

La Reina Batata

La batata es la sombra de la papa. Algo así como el Bochini de Maradona. Con grandes aptitudes y desempeños pero siempre opacado por lo grandioso del otro. Le toco la mala suerte de vivir en un mundo lleno de papas que no la dejan lucirse. Estoy seguro que si los tubérculos hablasen, la papa le diría a la batata - usando las palabras de Diego Armando-“dibuje maestro” una vez que esta entra dentro de un cacerola.
No suelo comer batata muy seguido pero cuando lo hago lo disfruto casi mas que cuando como una papa. Ya sea en puré, frita o al horno, la batata- a la que también se le dice camote, boniato y papa dulce- me roba una sonrisa cada vez que la saboreo.
En su presentación de dulce es como mas me gusta. Creo que el postre vigilante es uno de mis preferidos. Presente en las cartas de los restaurantes porteños mas clásicos este postre consta de una rodaja de queso tipo Mar del Plata, Pategras o en los peores casos Fresco o Port Salut servido junto con una rodaja encima del dulce en cuestión.
Cuenta la leyenda que este postre nació en una cantina de Palermo allá por 1920. La cantina, al estar cerca de una comisaría era concurría por policías y por eso el postre adquirió el nombre con que se conocía por entonces a los agentes de seguridad: vigilantes.
Otros en cambio dicen que se llama así por que al igual que los policías, el postre siempre va de a dos. Una de queso y otra de dulce. Aunque de las tantas historias que escuché al respecto la que mas me gusto es la siguiente:
“El postre vigilante nació porque los presos usaban el dulce del “Martín Fierro” (Dulce de membrillo + Queso) que le llevaban sus esposas para corroer los barrotes y escapar. Razón por la cual el membrillo fue prohibido en las prisiones y a la vez sustituido por el de batata. De ahí el nombre vigilante."
Y podría seguir hablando mucho mas de la batata pero este post en realidad era una excusa para recordar a María Elena Walsh, quien a partir del lunes nos mira desde el cielo, con una de sus canciones. La Reina Batata




El mejor puré de batatas:

Batata 1 kg.
Azúcar 50 gr.
Crema de leche 100 cm3
Manteca 100 gr.
Sal c/n

Preparar un puré con las batatas. Incorporar la manteca. Por otro lado hacer caramelo con el azúcar. Agregar crema al caramelo e incorporar esta preparación al puré.

miércoles, 5 de enero de 2011

Arrope y Miel

“Llegaron ya, los reyes era tres… bla bla bla… arrope y miel, le llevaran” es seguro la canción que todos (o quizás solo yo) mas tarareamos por estas fechas. Melchor, Gaspar y Baltazar, además de llevarle al niño Jesús oro, incienso, y mirra, le llevaron también - según la canción que escribió Feliz Luna- arrope y miel.
Todos sabemos lo que la miel es, para que se usa y de donde viene, pero probablemente no todos sepan aunque sea algo acerca del arrope.
Confieso que no estaba del todo seguro con respecto al arrope por lo que tuve que indagar un poco en Internet y así y todo no lo tengo del todo claro todavía.
Por lo que llegué a interpretar, el arrope es como un dulce. Esta hecho a partir de frutas que se hierven lentamente hasta deshidratarse, llegar a la caramelización de sus azucares y quedar con una consistencia de mermelada. Se usa para endulzar preparaciones sin tener que agregar azúcar o simplemente para comer junto con frutas. Algo muy parecido a la miel.
Ahora, ¿para que iba a querer el niño Jesús arrope? Tampoco lo sé.


Famosa Manzana

De todas las frutas, probablemente la manzana sea la mas conocida. Y en parte se debe a su delicioso sabor, a veces mas dulce, a veces mas acido, pero seguro ninguna otra fruta a estado mas presente a lo largo de la historia como lo estuvo esta.
Es una de las frutas mas cultivadas en el mundo. Se puede comer fresca, con piel o sin piel, aunque su uso culinario se extiende a los mas diversos postres y bebidas. En Argentina, uno de los países con mayor producción en Sudamérica, la provincia de Río Negro se encarga de abastecer al mundo. Cipolletti, una de sus ciudades, es reconocida a nivel mundial por sus manzanas. El desaparecido jugo con ese nombre reúne en un grupo de Facebook a los mas nostálgicos que piden a gritos “que vuelva el jugo CIPOLLETTI”.
Pero lo que considero mas relevante acerca de esta fruta no es precisamente su sabor y/o uso en la cocina sino todas las incursiones famosas que tubo a lo largo de la historia.
La historia de Adán y Eva que comieron el fruto prohibido (una manzana) causando así la expulsión del paraíso es una de las mas conocidas aunque, si bien tengo que corroborar el dato, no hay pasaje alguno en la biblia que hable de una manzana.
Por su parte, Issac Newton dedujo la ley de la gravedad supuestamente cuando una manzana le golpeo la cabeza mientras estaba placidamente leyendo bajo un manzano (arbol que da el fruto) y Blancanieves, el personje de la historia infntil, fue envenenada con una manzana por la malvada madrastra.
La Gran Manzana (Big Apple) es el sobrenombre de la ciudad de Nueva York y por alguna razón pegarle a una manzana situada en la cabeza de una persona con una arco y flecha es un juego muy popular.
Los Beatles llamaron Apple Records al sello discográfico que fundaron en Londres y la empresa multinacional estadounidense que ahora vende ipods, ipads, y iphones no solo tiene Apple por nombre si no que una manzana mordida hace de logotipo. No por casualidad, Macintosh - nombre de las computadoras de esta empresa- es una variedad de manzana. Claro que mucho menos conocida que la Granny Smith o la Deliciosa.
Y para terminar, manzana es según el diccionario el termino que usamos para llamar al espacio de terreno urbano, generalmente cuadrangular, que esta limitado por calles por todos sus lados y puede estar o no edificado. En Buenos Aires, la de las luces es una de las mas conocidas. En ella se encuentran el Colegio Nacional, la Iglesia de San Ignacio y la Universidad de Buenos Aires.
Y no puedo terminar este post sin antes citar y recordar una famosa frase: “An apple a day keeps the doctor way”